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Problemas Oculares y Alérgicos volver

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Problemas Oculares


Los problemas oculares que con mayor frecuencia pueden sufrirse en el transcurso de un viaje son los derivados de la presencia de un cuerpo extraño en un ojo, conjuntivitis y queratitis. La presencia de un cuerpo extraño requerirá, en primer lugar, su extracción mediante una gasa o un baño ocular y, posteriormente, la aplicación de un colirio que contenga antibiótico para prevenir la infección de la herida producida.

La conjuntivitis y la queratitis son procesos inflamatorios de la conjuntiva y de la córnea, respectivamente. Se producen como respuesta a diversos tipos de agresión, como la exposición solar excesiva, infecciones, alergias o traumatismos locales. Son trastornos muy molestos y dolorosos que pueden dar al traste con cualquier plan de vacaciones.

Cuando aparezcan los síntomas propios de estas enfermedades, se debe intentar buscar con la mayor celeridad posible la opinión de un facultativo, pudiéndole aplicar entre tanto un colirio o una pomada ocular con antibiótico cada 8 horas durante las primeras 48 horas. Si la persona afectada lleva lentes de contacto, se deberá prescindir de su utilización hasta que la irritación haya remitido y éstas hayan sido debidamente desinfectadas.

Erupciones y Reacciones Alérgicas

Ambos son fenómenos anafilácticos que, sin ser exclusivos de la época estival, ven aumentada su incidencia en esta época del año. El motivo principal de la mayor frecuencia de estas afecciones es un incremento en el contacto con agentes alergénicos de diversa índole, como pólenes, alimentos, plantas urticantes o picaduras de insectos, agravándose todo ello cuando se producen desplazamientos a zonas con una fauna, flora y hábitos alimentarios totalmente distintos a los que nuestro organismo está acostumbrado.

Como norma, un elemento que no puede faltar en cualquier botiquín de viaje son los preparados repelentes de insectos. La mejor manera de prevenir una reacción desmesurada contra sus picaduras es, sin duda, evitar que éstas se produzcan. Una vez se ha producido la picadura, siempre que sea posible, se debe intentar extraer la púa o aguijón seguida de una desinfección de la zona con un agente antiséptico. Si se dispone de ellos, puede aplicarse en la zona un antihistamínico por vía tópica o un corticosteroide como la hidrocortisona al 0,5% para disminuir la inflamación y aliviar el picor. La gran versatilidad de estos tratamientos sintomáticos los convierten en fármacos de inclusión obligatoria en un botiquín debidamente preparado.

Si se sospecha de una reacción alérgica motivada pos la ingestión de algún alimento, basta con interrumpir el consumo del agente alergénico para que la reacción adversa remita en unos días. En cambio, si la sintomatología apunta hacia los síntomas de una rinitis alérgica, el tratamiento de elección son los antihistamínicos orales y los descongestivos nasales orales o tópicos.

Fecha última Inserción/Actualización: 17/04/2013

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