El
tabaco es la auténtica epidemia de nuestros días en los países desarrollados.
La OMS considera que el tabaquismo es el principal problema de salud en
los países desarrollados y es la primera causa de mortalidad prevenible
y evitable en estos países. El tabaco ocasiona en España unas 46.000 muertes
cada año, muy por encima de los fallecimientos que provocan el SIDA, los
accidentes de tráfico o el resto de drogadicciones, incluido el alcohol.
En la Unión Europea mueren 500.000 personas cada año debido al consumo
de tabaco. Cada 10 segundos el tabaco se cobra una nueva víctima mortal
entre los 1.100 millones de fumadores que hay en el mundo, que representan
un tercio de la población mundial mayor de 15 años, el 70 % de los cuales
vive en países subdesarrollados.
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El
número total de víctimas producidas por el tabaquismo es mayor que
la suma de las muertes por SIDA, suicidios, homicidios, incendios
y drogas ilegales. Fumar es la principal causa del 87% de las muertes
por cáncer de pulmón, del 30% de todas las muertes por cáncer, del
82% de las muertes por enfermedad pulmonar y del 21% de las muertes
debidas a cardiopatías.
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Está demostrado y
totalmente comprobado que el tabaco amenaza a la salud del fumador como
de aquellos que viven o trabajan en su entorno, por ese motivo, siempre
es un buen propósito el dejar de fumar.
¿Cómo
se puede dejar de Fumar?
Debe
tener en cuenta que el 70% de los fumadores quiere dejar de fumar y que
hasta el 80% de ellos verían con muy buenos ojos que un profesional sanitario
le aconsejara como realizar un serio intento de abandono o incluso le
proporcionara un tratamiento eficaz para conseguirlo.
Sólo
un 5 % de los fumadores consigue dejar de fumar si se lo propone él sólo.
En cambio, si es aconsejado por el médico lo consigue un 10 %.
Con
estrategias de modificación de conducta y tratamientos sustitutivos con
nicotina el éxito aumenta a cerca de un 20 %.
Con
parches de nicotina siguen sin fumar un 30 % al año; con chicles las cifras
oscilan entre 6-40 %. El uso de sustitutos de nicotina (chicles, parches,
nebulizador nasal) consigue 2-3 veces más abstinencia que sin ellos. La
dosis bajas de nicotina mantenidas evitan los síntomas de abstinencia,
pero deben plantearse para periodos de máximo 3 meses, aunque un 15-20
% de pacientes tiene dificultades para abandonarlos.
La
incorporación de antidepresivos bupropión, que disminuye la necesidad
de fumar, es una ayuda complementaria, aunque se deberán respetar las
contraindicaciones y efectos secundarios.
Se
sabe que la
Oficina de Farmacia es el Establecimiento Sanitario más accesible
para la población general.
Algunos
estudios han demostrado que la confianza que el usuario de la sanidad
deposita en su Farmacéutico es elevada.
Se
han realizado estudios en el Norte de Europa en donde se evaluaba la eficacia
de un programa de deshabituación tabáquica llevada a cabo por el Farmacéutico
desde la Oficina de Farmacia en los que se han obtenido índices de éxitos
en la abstinencia que oscilaban entre el 5% al 47% al año de seguimiento
dependiendo de los tipos de tratamiento utilizados.
Acércate
a tu Farmacia y pídele información sobre como dejar de fumar a tu Farmacéutico.