Es
una inflamación que se produce en los párpados con localización global
o parcial en el borde del párpado, que frecuentemente se acompaña de inflamación
de la conjuntiva.
Síntomas
Enrojecimiento
crónico de los párpados, picor, sensación de cuerpo
extraño, lagrimeo, engrosamiento y a menudo formación de
escamas pegajosas en la base de las pestañas. También aparecen
pérdidas de las pestañas y posición invertida de
las mismas, dirigiéndose hacia la córnea.
Puede acompañarse de inyección conjuntival, edema de los
párpados, secreción mucosa y queratitis puntata superficial
y, en ocsaiones, acné rosácea.
Tipos
Existen
dos tipos de blefaritis:
Blefaritis
no ulcerosa
Caracterizada por
la presencia de abundantes escamas blancas que engloban la raíz
de las pestañas y que suele ir acompañada de conjuntivitis.
Blefaritis
Ulcerosa
Caracterizada por
presentar una supuración crónica de los folículos
de las pestañas; en ocasiones se rompen formando úlceras
superficiales. En esta alteración es muy importante la higiene
local, debiéndose limpiar diariamente los márgenes de
los párpados y usar dos veces a la semana en la limpieza un champú
suave de niño diluido al 50% en agua y aplicado con bastoncillos.
La
blefaritis puede ser de etiología alérgica, parasitaria,
bacteriana o mixta, consistiendo el tratamiento, en primer lugar, en eliminar
las causas que la favorecen, como son:
- El cansancio
visual.
- Defectos de refracción.
- Alteraciones
de la visión binocular.
- Las condiciones
laborales.
- Infecciones secundarias.
Luego
para su prevención y tratamiento, es muy importante mantener una
higiene parpebral correcta con productos oftalmológicos adecuados,
añadir lágrimas artificiales, si se asocia a un ojo seco,
y tratar con pomadas oftálmicas según su etiología.