Faringitis
La
faringitis es una inflamación de la laringe.
Se
trata de una angina aguda debida generalmente al enfriamiento y está
caracterizada por la dificultad en la deglución (disfagia y odinofagia),
sequedad y congestión de la mucosa y fiebre.
No
se diferencia mucho de la amigdalitis aguda, pero eso sí, su dolor
puede proyectarse hacia las orejas (otalgias).
Si
el dolor es debido a procesos alérgicos, faringitis alérgica,
que provocan inflamación de la mucosa faríngea, debe de
acudir a su médico de cabecera, ya que el diagnóstico diferencial
le corresponde y le instaurará un tratamiento probablemente con
corticoides inhalados.
Laringitis
La
laringitis (aguda o crónica) se caracteriza fundamentalmente por
una disfonía, siendo sus síntomas más evidentes la
ronquera y, en muchos casos la afonía.
La
forma más común es la aguda, catarral o simple que se caracteriza
por la tumefacción de las mucosas con exudación de moco
o de pus y va acompañada de tos, disfagia, afonía o ronquera,
disnea y fiebre. Aparece sobre todo en personas predispuestas y se ve
favorecida por factores externos irritativos como son el tabaco, el alcohol,
la polución, la humedad y las variaciones atmosféricas ambientales.
Amigdalitis
La
amigdalitis es una inflamación aguda de las amígdalas palatinas
debida, en general, a una infección estreptocócica o, con
frecuencia, a infecciones virales.
Se
caracteriza por inflamación y dolor de garganta, más acentuado
con la deglución y a menudo transmitido a los oídos.
Los niños muy pequeños a menudo no refieren dolor de garganta,
pero rechazan el alimento.
Sus síntomas más frecuentes son fiebre alta, malestar general,
cefaleas y vómitos.