Las
Hemorroides son muy frecuentes pero totalmente benignas.
El
principal problema a la hora de diagnosticar cualquier tipo de enfermedad
proctológica, es franquear la vergüenza de la persona, sobre
todo la de personas con incontinencia, que están avergonzados y
terminan haciendo la consulta tarde y además proporcionan una información
vaga e insuficiente.
Los síntomas
más frecuentes de los trastornos de la motilidad anorrectal y suelo
perineal son:
- Estreñimiento
- Incontinencia
fecal
- Dolor hipogástrico
- Dolor perianal
- Dolor anorrectal
- Defecación
incompleta aún tras grandes esfuerzos.
Aunque
el estreñimiento y la incontinencia suelen excluirse mutuamente,
el estreñimiento puede originar indirectamente incontinencia, ya
que si realizan durante mucho tiempo grandes esfuerzos para lograr defecar,
pueden aparecer, de manera secundaria, lesiones en la mucosa, los nervios
sacros y los músculos del recto, ano y periné, que pueden
causar incontinencia fecal, pudiendo esto daños ser más
graves que el propio estreñimiento.
A
su vez, el estreñimiento puede causar impactación fecal,
es decir, la acumulación de material fecal duro en el sigma y en
el recto, pudiendo las heces líquidas pasar este tapón y
salir por el tubo anal, y que es lo que se conoce como incontinencia por
rebosamiento o diarrea paradójica.
Concepto
Son
vasos sanguíneos situados en la parte superior del canal anal. A veces
son responsables del sangrado durante el paso de las heces. En ocasiones
pueden inflamarse, descender y sobresalir a través del ano: esto es lo
que se llama prolapso hemorroidal. Las hemorroides, que normalmente son
internas, se hacen visibles y producen entonces molestias, dolor, prurito
o supuración.
En
ciertas circunstancias, se forma un trombo en alguna de las venas que
rodean al ano: en estos casos se habla de trombosis hemorroidal externa,
que produce una inflamación azulada y muy dolorosa.
Las
hemorroides son dilataciones del plexo hemorroidal interno o externo y
de los cojinetes fibroelásticos de la pared del canal anal, y por
lo tanto, pueden ser tanto internas como externas.
Las
Hemorroides Internas, se localizan por encima de la línea dentada
del ano y si son voluminosas pueden prolapsar hacia el exterior del ano.
Cuando las hemorroides protuyen al exterior puede observarse que se hayan
recubiertas de un epitelio escamoso.
La diferencia con un prolapso es que éste implica sólo la
capa mucosa acompañada a veces de musculatura no circular (longitudinal),
mientras que las hemorroides suelen formar uno o varios paquetes mejor
definidos y pediculados, que contienen una proporción de dilataciones
vasculares (plexo hemorroidal varicoso).
Es
característico que las hemorroides aparezcan en una posición
anterior derecha, posterior derecha o lateral izquierda, o incluso en
las tres en momentos comprometidos como puede ser el trabajo del parto,
adquiriendo entonces el aspecto de una flor tripétala, y como aparecen
de forma universal en adultos y niños, no se consideran anormales.