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El Orlistat volver

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El Orlistat pertenece a una nueva clase de fármacos para el tratamiento de la obesidad, cuyo mecanismo de acción consiste en inhibir de forma selectiva las lipasas gastrointestinales, con lo que deja de absorberse aproximadamente un 30% de la grasa ingerida. Existe una relación entre obesidad y diabetes tipo 2 (DM-2). Aunque no todos los obesos son diabéticos ni todos los diabéticos son obesos, es clara la conexión entre uno y otro proceso, probablemente a través de la insulinorresistencia (IR) presente en ambos casos.

Se encontró en los diabéticos un porcentaje importante de sobrepeso y obesidad, que llegaba a ser de un 85% en las mujeres y un 55% en los varones. Ello confirma la elevada prevalencia en la población con DM-2, con un claro predominio del sexo femenino en nuestro caso.

Se ha insistido en la importancia del depósito abdominal de la grasa y su relación con el desarrollo de la intolerancia hidrocarbonada (IH) y la DM-2. La grasa peritoneal tiene una actividad lipolítica más alta, y los ácidos grasos libres (AGL) de este origen pasan directamente a la circulación portal, exponiendo al hígado a elevadas concentraciones que dan lugar a una disminución de la sensibilidad hepática a la insulina, un incremento de la producción de glucosa hepática y una reducción del aclaramiento hepático de insulina que fomenta una mayor hiperinsulinemia sistémica. Además, el exceso de AGL circulantes puede inhibir el metabolismo de la glucosa en el músculo, contribuyendo así a producir la IR periférica. De esta forma se podría unir la hiperglucemia a la hiperinsulinemia y la IR, como se describe en la obesidad troncular.

Muchos obesos intentan compensar la IR con un incremento de la secreción de insulina, intentando mantener una tolerancia a la glucosa normal, y cuando esto fracasa presentan una IH o una DM-2.

¿Cuándo comienza la IR en la obesidad? Puede precederla y provocar su desencadenamiento, con probabilidad de que se manifieste después IH y diabetes, pero también podría ocurrir que la IR se produjera cuando el aumento de peso excediera de un determinado nivel. Otra cuestión es si la IR se presenta en el obeso de manera simultánea en todos los tejidos sensibles a la insulina o si esto ocurre de una forma secuencial, primero en el tejido muscular y luego en el adiposo.

Ventajas del control de la obesidad en la diabetes

Cuando el obeso pierde peso, la acción de la insulina mejora, aunque no llegue a veces a normalizarse, tal vez porque el peso nunca retorna a sus valores basales. La reducción de peso se acompaña de un incremento de la sensibilidad a la insulina, una mejoría de la secreción insulínica por parte del páncreas, una disminución de la producción de glucosa hepática y una mejoría en la utilización periférica de la glucosa. Además, la reducción de peso disminuye el tamaño del adipocito, aumenta la unión de la insulina a su receptor y mejora las señales posreceptor. Por otra parte, es evidente que algunos diabéticos que consiguen reducir su peso de forma importante pueden llegar a suspender el empleo de los antidiabéticos orales o la insulina y que individuos con IH pueden retornar a la normalidad o diferir su progresión a DM-2.

Utilidad del tratamiento con ORLISTAT y una dieta moderadamente hipocalórica para reducir la obesidad y mejorar el control de la glucemia

Diversos estudios a corto plazo han demostrado, que con una dieta hipocalórica con un contenido de grasa no superior al 30%, la adición de Orlistat (120 mg tres veces al día) aumentaba la eficacia en cuanto a la reducción de peso, en comparación con la dieta sola. El orlistat produce una reducción de la absorción de las grasas de la dieta, que es dependiente de la dosis y alcanza un máximo del 30%.

Se han realizado algunos estudios a largo plazo (hasta 2 años) para investigar la eficacia de la pérdida de peso con Orlistat en pacientes obesos con DM-2, y se ha comprobado que la pérdida de peso obtenida con la combinación de dieta y Orlistat fue, en promedio (6% del peso corporal), superior a la observada con la dieta sola. En alguno de estos estudios se ha observado que la combinación de Orlistat y dieta mejoraba el control glucémico en mayor medida que la dieta sola, con una reducción significativa de la HbA1c. Además, este tratamiento redujo las necesidades de sulfonilureas y tuvo un efecto favorable en el colesterol total HDL, LDL y apo B. Así pues, es un tratamiento que puede tener cabida en el arsenal terapéutico utilizado en los pacientes obesos con DM-2.

Eficacia del control de los factores de riesgo cardiovascular como la obesidad y la diabetes para mejorar la supervivencia y la calidad de vida de los pacientes

Es conocido que la obesidad se asocia a un aumento de la mortalidad y que la enfermedad coronaria es la principal implicada en este hecho. La mortalidad por diabetes es muy elevada en mujeres obesas, en las que llega a ser ocho veces superior a la de las mujeres que están en su peso; en los varones obesos estas diferencias fueron de cinco veces en el estudio de la Sociedad Americana del Cáncer. Los datos del estudio de Framingham indicaron también que la obesidad era un factor de riesgo dependiente y significativo para la enfermedad cardiovascular en ambos sexos, pero sobre todo en mujeres, y los estudios prospectivos suecos han confirmado este hecho y han resaltado la importancia de la obesidad abdominal.

La diabetes es también un factor de riesgo cardiovascular que se asocia a obesidad y a dislipidemia, hipertensión arterial (HTA), alteraciones de la función plaquetaria, aumento de la viscosidad de la sangre y de la producción de factores de crecimiento, aumento del fibrinógeno y agregación plaquetaria, y aumento del PAI-1 (inhibidor del activador del plasminógeno), que desempeña un papel fundamental en la inhibición de la fibrinolisis, sin olvidar otros factores caso del tabaco o el sedentarismo, ligados todos ellos a la presentación de aterosclerosis.

Es evidente que la intervención sobre obesidad y diabetes tiene una clara influencia en la presentación de complicaciones cardiovasculares, incidencia de mortalidad y, en definitiva, en la calidad de vida de los pacientes.

La reducción de peso tiene efectos favorables en la diabetes, pero una pérdida de peso moderada, de un 5-10%, posee efectos beneficiosos en otros factores de riesgo cardiovascular, puesto que se comprueba, por ejemplo, una disminución significativa de triglicéridos. Parece también que la oxidación de partículas LDL y VDL, que tienen una gran importancia en la lesión aterosclerótica, mejora en los obesos cuando se reduce el peso, y se ha comprobado que una pérdida de peso moderada disminuye los niveles de factores hemostáticos como el factor VII y el PAI-1.

Los cambios del estilo de vida, con reducción del peso corporal, pueden producir una regresión de la arteriosclerosis coronaria y una reducción de los accidentes cardíacos, la mortalidad cardíaca y la mortalidad total.

Es necesario insistir, pues, en la necesidad de motivar a los pacientes con obesidad y diabetes para que mantengan un programa adecuado de reducción de peso que contribuya de manera importante a disminuir los factores de riesgo vascular, comenzando por la hiperglucemia. En este contexto, parece clara la utilidad de fármacos como el Orlistat, que facilitan la consecución de la reducción de peso ala vez que mejoran el control de la glucemia.

Información Suministrada por Roche S.A.

Fecha última Inserción/Actualización: 17/04/2013

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