1. Lavarse las manos con jabón.
2. Si la insulina que se va a
utilizar es retardada, invertir el frasco y rodarlo entre las palmas
de la mano unas 10 veces.
3. Coger un trozo de algodón
mojado con alcohol, limpiar el tapón del frasco y dejarlo secar.
4. Quitar el protector de la aguja
y llenar la jeringa con una dosis de aire igual a la dosis de insulina
que queremos coger.
5. Inyectar el aire en el frasco
de insulina y luego con la jeringa y el frasco a la altura de los
ojos aspirar la dosis correspondiente de insulina. Si ha entrado aire
en la jeringa, darle unos golpecitos para hacer subir las burbujas
y eliminarlas. A veces para que suban las burbujas es necesario despinchar
la jeringa del frasco.
6. Una vez cogida la insulina
y mientras se prepara la zona de inyección se debe poner a
la aguja el capuchón estéril.
7. Si la zona donde se va a inyectar
la insulina no está limpia (lo mejor es con agua y jabón)
se puede limpiar con alcohol, pero dejándolo secar antes de
pinchar.
8. Se coge la jeringa como una
pluma estilográfica con una mano y con la otra se coge hacia
arriba un pliegue de la piel (como un pellizco).
9. La inclinación de la
aguja sobre la piel al pinchar, ha de ser de 45º a 90º,
dependiendo de la cantidad de grasa que haya debajo de la piel y de
la longitud de la aguja. Lo correcto es que la insulina quede debajo
de esa grasa pero sin llegar al músculo. Si hay mucha grasa
o si la aguja es corta, se pinchará en vertical (90º),
pero si hay poca grasa o si la aguja es larga, se pinchara inclinada
(45º).
10. Soltar el pliegue de la piel
y con la mano libre se tira del émbolo 1-2 U, si saliera sangre,
no inyectar la insulina, sacar la aguja y empezar en otro lugar. Si
no sale sangre se empuja el émbolo hasta el final para inyectar
la insulina.
11. Sacar despacio la aguja de
la piel y colocar el algodón sobre la zona de inyección.
El hecho de que salga alguna gotita de sangre, al sacar la jeringa,
carece de importancia, siempre y cuando se haya aspirado antes de
inyectar, y no haya salido sangre.
12.
Antes de desecharse, debe taparse la aguja con el capuchón,
para que nadie se pinche.