Con
el paso de los siglos y en especial en el siglo XIX, con el paso de los
años, ha ido aumentado la esperanza de vida de las personas en
los países de nuestro entorno y en consecuencia también
lo han hecho las consultas sobre patología cutánea relacionadas
directamente con la edad y el aspecto físico. La imagen preocupa
cada día más y se intenta retrasar al máximo el momento
de tener una piel senil.
Como
también se puede comprobar en esta misma sección en los
artículos donde se explican el proceso fisiopatológico del
envejecimiento y del fotoenvejecimiento, que no es más que añadir
al envejecimiento cronológico el producido por el sol y otros agentes
físicos. En este articulo, sólo vamos a hablar sobre la
patología cutánea relacionada directamente con el paso del
tiempo.
La
sequedad cutánea generalizada afecta, por lo menos, al 75% de las
personas mayores de 75 años y es la causa más frecuente
de prurito sin lesiones cutáneas llamativas. Se observa una piel
áspera debido a una alteración del manto ácido, escamosa,
seca, incluso fisurada en algunos casos, permitiendo así el paso
de irritantes ambientales.
Suele
apreciarse en primer lugar en las extremidades inferiores y progresa,
posteriormente, por el resto de la superficie corporal. Es muy frecuente
que empeore por la noche, después de baños calientes, por
cambios de temperatura, por una disminución de la humedad ambiental
o a causa de sustancias detergentes con alto poder desengrasante.
La
xerosis o piel seca también se debe a una disminución de
sebo, ya que menguan los andrógenos gonadales y adrenales. Asimismo,
las glándulas sudoríparas decrecen en número y el
estrato córneo tiene menor cantidad de agua.
Estos
cambios que se dan en nuestra piel con el paso de los años son
causa de prurito; sin embargo, no podemos atribuirlo a la edad sin haber
descartado enfermedad hepatobiliar, insuficiencia renal crónica,
enfermedades tiroideas y diabetes como causas más frecuentes de
prurito orgánico.
La
malnutrición es frecuente en geriatría; su incidencia varía
entre el 33 y el 67% de la población, especialmente entre las personas
que están ingresadas en asilos. Los problemas nutricionales pueden
ser debidos a una alteración en la dieta, en la absorción
de los alimentos o a una alteración en el metabolismo de los elementos
nutrientes.
En
la ancianidad las necesidades de ingesta calórica se ven reducidas
en un 30%, pero no así los requerimientos en la dieta diaria de
ciertas sustancias, así, por ejemplo, necesitan proteínas
y calcio igual que individuos más jóvenes.
Las
alteraciones debidas a la ingesta inadecuada se observan especialmente
en personas que viven solas, en estratos pobres de la sociedad, en pacientes
alcohólicos, en personas con dietas obsesivas o enfermedades crónicas.
El
déficit de vitamina A provoca piel seca, mientras que el de vitamina
C (escorbuto) se asocia a hiperqueratosis folicular, hemorragias, encías
friables y cicatrización retardada. Por otra parte, el déficit
de vitamina B12 o cianocobalamina cursa con máculas hiperpigmentadas
y lengua aframbuesada; el déficit de biotina (vitamina H) provoca
xerosis, dermatitis intertriginosa y periorifícial; el de riboflavina
o vitamina B2 da lugar a estomatitis angular, queilitis, glositis, dermatitis
seborreica y escrotal y el déficit de piridoxina o vitamina B6
causa dermatitis seborreica, erosiones orales y estomatitis angular.
También
se pueden encontrar alteraciones metabólicas por la interacción
de ciertas enfermedades hepáticas y medicamentos.
Luego,
si queremos mantener la piel en buen estado no sólo se debe cuidar
la higiene, hidratar la piel y prevenir el fotoenvejecimiento con fotoprotectores
adecuados, sino que es muy importante tener presente la medicación
que recibe el anciano y sobre todo la dieta.
En
el caso que sufra alguna enfermedad metabólica debería ser
controlada por un especialista en dietética.
El
tratamiento corporal específico para piel seca o xerosis requiere
de productos emolientes e hidratantes.
Entre
los más utilizados se encuentra la urea, formulada para estos casos
al 10%, ya que estas situaciones obligan a un efecto rehidratante intenso
junto a tomar medidas que eviten la pérdida de agua disponible
de la piel, como son los baños con agua no muy caliente y sustancias
jabonosas no muy detersivas para que no deslipidicen la superficie delicada
de la piel xerótica.
En
las Oficinas de Farmacia puede encontrar multitud de productos hidratantes,
dentro de los cuales, nuestra recomendación son:
· Ureadin Loción 10%
· Xeramance Fluido emoliente e hidratante
· Vichy NutriExtra
· Bepanthol Hidro y Lipo Loción