En su origen,
el minoxidil, por su efecto vasodilatador, se prescribía para el tratamiento
de la hipertensión. La utilización a largo plazo tuvo el efecto secundario
de una pilosidad corporal mayor. Tras esta evidencia, comenzo a utilizarse
el minoxidil por vía tópica para la alopecia androgenética, en concentraciones
del 2% al 5%.
Aunque
se desconoce el autentico mecanismo de acción del minoxidil, se sabe que
conduce a una prolongación de la fase de anágeno.
Promueve
el crecimiento capilar en diversas condiciones como alopecia androgénica,
alopecia areata e hipotricosis congénita.
Los
resultados del tratamiento dependen en gran medida de la duración, emplazamiento
y extensión de la alopecia. Para al menos un tercio de los usuarios la
utilización regular de minoxidil al 2% es eficaz, deteniendo la pérdida
progresiva del cabello. En algunos casos pueden producirse irritaciones
del cuero cabelludo, más frecuentes para concentraciones al 5%.
La
aplicación de una solución al 2-5% dos veces al día
durante 1-2 años, ha demostrado incrementar el crecimiento capilar
en el 50% de los casos y de manera 5 veces superior al placebo.
Se
debe aplicar 1 ml. directamente sobre el cuero cabelludo dos veces al
día. El cuero cabelludo debe estar seco y no humedecerlo hasta 1 hora
después de la aplicación. Una vez al día no es suficiente como terapia
de mantenimiento, y no habrá beneficio extra con aplicaciones más frecuentes
de 2 al día.
Para
su aplicación no se requiere masaje.
No se recomienda el uso de nebulizadores, ya que el medicamento queda
depositado en el cabello, mientras que si se aplica con los dedos, éste
va más directamente sobre el cuero cabelludo.
Una
detención del tratamiento povoca, al cabo de 3 ó 4 meses, una recaida
a las condiciones previas al tratamiento.